Durante su niñez, mostró cierta dificultad para expresarse; empezó a
hablar hasta la edad de tres años, su familia llegó a pensar que tenía algún
retraso mental, era paciente y metódico, y no le gustaba exhibirse, por esta
situación trataba de evitar la compañía de otros niños de su edad; la rigidez y
la disciplina militar de las escuelas de su época ocasionaron algunos problemas
con los profesores; cuando tenía 15 años, un nuevo profesor, le dijo que «nunca
conseguiría nada en la vida». A pesar de esto, algunos años después publicó su
“Teoría de la Relatividad”.
Albert Einstein, junto con Da Vinci, Newton, Edison, Tesla, Jobs, y muchos
otros, representan a la perfección la creatividad que ha impulsado a
la humanidad hasta el nivel de desarrollo actual. Pero, ¿Qué es la creatividad?
La Real Academia Española introdujo esta palabra en el diccionario
hasta 1983; se deriva de "creare", que significa engendrar o
tener hijos, y esta incorporación tan tardía de la palabra tiene que ver
con que antes se pensaba que la creatividad estaba relacionada
solo con seres divinos, y no con las actividades realizadas
por los seres humanos.
En la
antigua Grecia se pensaba que la creatividad estaba solo dedicada a la parte de
poesía; quien hacía arquitectura, escultura o pintura se consideraba que
solamente estaba imitando a la naturaleza y por lo tanto no era un creador sino
un imitador. Se hablaba de las musas; seres divinos que inspiraban, y esto fue
tomado por la tradición cristiana en donde se habla de inspiración divina, y se
deja solamente a un ser superior la capacidad de crear.
No es sino hasta el siglo XIV que se introduce el uso de la palabra
y la idea de que se podía crear en cualquier actividad realizada por
el ser humano común.
En la psicología cognitiva existe una definición de creatividad, y
en ella se le considera integrada por dos elementos importantes. Uno tiene
que ver con la originalidad y otro con la utilidad práctica o el valor social
de la idea que se genera.
Por ejemplo una computadora, que crea palabras al azar, no se puede
considerar un ser creativo por sí mismo; lo que produce puede ser
original pero no necesariamente útil o valioso y esto nos lleva a otro concepto
clave en la creatividad; los cambios disruptivos e incrementales.
A un
producto cualquiera, le podemos cambiar el color, la
forma, el material, el tamaño, el grosor; todos esos son cambios
incrementales, no cambian la esencia ni la función del producto, pero, cuando
diseñamos un producto diferente que satisface la misma necesidad, tenemos
un cambio disruptivo, porque implica una modificación fundamental; estos
cambios disruptivos son los que caen dentro del campo de la creatividad y no
necesariamente tienen que ser grandes cambios. Por ejemplo; la rueda
tiene miles de años de existencia; hace algún tiempo, quienes
viajaban tenían que padecer con el manejo de las maletas de equipaje; por el
peso y la dificultad para moverlas; poco después que empezaron a verse
unos diablitos que usaban las tripulaciones de los aviones que funcionaban muy
bien para transportar sus pequeñas maletas; después de varios años a
alguien se le ocurrió ponerle ruedas a las maletas normales adicionando
internamente estructuras metálicas parecidas a las de estos diablitos, el
cual ha facilitado la vida de miles de viajeros. ¿Pero cómo es posible que
después de miles de años de conocer la rueda, no se nos haya ocurrido
antes la idea de ponerla a las maletas?
¿Cómo y porqué se da el proceso creativo?
Muchas
veces pudiéramos pensar que las ideas llegan solas, de repente, cuando leemos,
cuando hacemos ejercicio, cuando algo nos llama la atención en la calle, pero
no es así, lo que sucede es que nuestra mente está compuesta por todo un sistema
de redes neuronales de información que hemos adquirido a través de los años;
estas redes están interrelacionadas íntimamente unas con otras; y nuestra mente
funciona como un mecanismo automático buscador de respuestas; opera como
un dispositivo cibernético que busca objetivos concretos; un mecanismo
constituido por el cerebro, los sentidos y el sistema nervioso, el cual es
empleado y dirigido por la mente. Cuando se nos presenta una necesidad, este
mecanismo entra en funcionamiento, tanto de manera consciente como
subconsciente, y busca en la información que tiene almacenada la respuesta
a nuestras necesidades; aquí es cuando se generan las ideas creativas, el
proceso se origina por una necesidad; solo hay que asegurarnos de que tenga la
materia prima suficiente para elaborar esas ideas creativas; la información y
los conocimientos.
Otros aspectos que intervienen son cuestiones como el grado de
compromiso personal, de entrega, de interés y de motivación que se tiene en el
proceso, en la búsqueda de la solución que se desea.
Algunos expertos hablan de varios elementos que deben estar
presentes en el proceso creativo.
Uno es la originalidad;
el ser capaces de pensar de maneras diferentes a las tradicionales; la fluidez de ideas, es decir, que es muy
importante el poder tener una sucesión de ideas distintas, muchas veces
apoyadas en las anteriores, pero de tal manera que no exista un estancamiento,
y eso nos lleva a la flexibilidad
cognitiva; la capacidad de ver las cosas desde otro punto de
vista, de ver los procesos de manera distinta cortados o secuenciados de
otras formas para poder hacer reinvenciones creativas.
Existe también otro elemento muy importante que es la independencia cognitiva; es la
capacidad de las personas de no solo ir siguiendo a un líder o una
idea propuesta y aceptada por la mayoría. Ser independiente tiene que
ver con una gran seguridad personal, con la confianza que tenemos en
nuestras propias ideas.
Todos podemos generar ideas creativas, solo es
cuestión de actitud principalmente, además de alimentar nuestra mente con
la suficiente información y conocimientos.
¡Despierta, libera tu potencial,
trabaja en tu mente…!