martes, 13 de agosto de 2013

¿Estás preparado para utilizar tu liderazgo?


Todos somos líderes en algún momento de nuestras vidas, porque todos influimos en alguien; en nuestra familia, en la escuela, en el trabajo o entre nuestros amigos. Tal vez no todos podemos ser grandes líderes, pero todos podemos llegar a ser mejores líderes, y si de una u otra forma todos vamos a ejercer en algún momento el rol de líder, a influir sobre alguien, debemos ocuparnos en desarrollar las habilidades de liderazgo para hacerlo de la mejor manera.
En la vida profesional, y en la personal, muchos sueños, planes, y programas de trabajo se vienen abajo por la falta de liderazgo;
nuestra efectividad en la ejecución de las actividades que realizamos, en un grupo de trabajo, nunca será mayor que nuestra capacidad de dirigir e influir sobre otras personas. La capacidad de liderazgo que tengamos es la que determina nuestro nivel de éxito y también el nivel de éxito de aquellos que colaboran con nosotros; personalmente he visto como una empresa que tenía más de 70 años en el mercado desapareció por el liderazgo tan equivocado que ejercieron durante poco más de un año, el director y algunos de sus principales ejecutivos.
Si le pedimos a varias personas que nos den una definición de lo que es liderazgo, lo más probable es que recibamos una respuesta diferente en cada caso; dos de las más frecuentes implican confundir el liderazgo con la posición que ocupamos; otra será la descripción de alguna personalidad sobresaliente que conozcamos.
Cuando se considera el liderazgo solamente como la capacidad de alcanzar una posición, los esfuerzos se enfocan en ir en la búsqueda de un rango o título, y cuando se adquieren se piensa, equivocadamente, que ya se es líder. Esta forma de pensar crea problemas como los siguientes:
1.    Los que poseen el estatus formal de líder, a través de los títulos correspondientes, experimentan a menudo la frustración de tener pocos seguidores a quien influenciar por no poseer las habilidades para hacerlo.
2.    Los que carecen de los títulos apropiados pueden no considerarse líderes, y por esa razón no desarrollan las habilidades necesarias para ejercer un buen liderazgo.
3.    Los que quieren guiar siempre y esto es imposible, se debe aceptar que en algunas situaciones desempeñamos el liderazgo principal y en otras no es así, en otras somos influidos, somos seguidores.
El liderazgo, en cambio, tiene que ver con crear una visión y una motivación en la gente con la que convivimos, y si lo entendemos de esta manera, el liderazgo es influencia recíproca; esto implica que todos somos líderes o seguidores en algún momento de nuestra vida, todos influimos o somos influidos en mayor o menor medida en las actividades que realizamos día a día.
Para que haya un proceso de liderazgo se requiere de un líder, de seguidores y de una visión a lograr, de nada le servirían a un líder las mejores habilidades, ni tampoco tener la más noble de las visiones a la cual dirigir sus esfuerzos si no tiene un grupo de personas a quienes influenciar para lograrla.
Pensemos un poco sobre esta última idea, la mayoría consideramos el liderazgo como la capacidad de alcanzar una posición; que pasaría si la cambiamos a la capacidad de conseguir seguidores a quienes influenciar para lograr un objetivo; tal vez cambiaría nuestra forma de ejercer el liderazgo, la enfocaríamos más a conseguir seguidores, a trabajar para convencerlos sobre el logro de un objetivo común y a mantenerlos motivados; es decir que trabajaríamos pensando en ellos y en nuestra visión, y no solamente en nosotros.
Es muy importante en cualquier empresa identificar a los líderes; a quienes tienen la capacidad para influir sobre otras personas, y trabajar con ellos en el desarrollo de las habilidades necesarias para motivar al grupo a lograr sus objetivos; para crear un movimiento interno donde la motivación hacia el logro de una meta común y el desarrollo de los integrantes sienten las bases para un proceso de crecimiento constante en la productividad de la empresa y del grupo mismo.
El liderazgo implica responsabilidad, la responsabilidad de prepararnos para ser mejores, la responsabilidad sobre la influencia que tendremos en el grupo al cual dirigimos y la responsabilidad de buscar, al mismo tiempo, lograr el objetivo que nos hemos propuesto y desarrollar a los integrantes del grupo en el cual influimos. Entre las habilidades a desarrollar en un grupo de líderes están las siguientes:
 
Habilidades de un líder
Interés por la gente, un líder tiene que interesarse por la gente antes de dirigirla; la gente no se motiva por las estructuras organizacionales, la gente responde a la gente. El que influye en otros para que le sigan es un líder con limitaciones. El que influye en otros para que a su vez ellos dirijan a otros es un líder sin límites; todos tenemos necesidad de algo, reconocimiento, compañerismo, comprensión, apoyo, el deseo de sentirnos valiosos. ¡La gente quiere sentirse importante!, el líder que influye a otros para conseguir su beneficio personal, está manipulando; el líder que los influye para lograr un beneficio mutuo está motivando.
Integridad, la forma de actuar de un líder debe coincidir con lo que comunica y con lo que piensa; sin importar quién es o con quien está. Los líderes con integridad no actúan con duplicidad, ni fingen, el líder vive lo que enseña.
Actitud positiva, la actitud de un líder es captada más rápidamente que sus palabras. La actitud del líder ayuda a determinar la actitud de los seguidores; la vida es en un 5% lo que nos sucede y en el 95% cómo reaccionamos a lo que nos sucede, la mayoría de las veces no podemos cambiar los factores externos de lo que nos sucede, pero si podemos cambiar la forma en que respondemos a lo que nos sucede; tratar de ver siempre lo positivo de las cosas.
Autodisciplina, la primera responsabilidad de un líder es su propia disciplina y desarrollo personal; debe tener la capacidad de controlarse y guiarse a sí mismo antes de pretender dirigir a otros; debe tener la capacidad de hacer las cosas que se tienen que hacer cuando deben ser hechas, aunque le guste o no. Muchos líderes fracasan más por causas internas, como lo es la falta de autodisciplina, que por causas externas.
Desarrollo personal, los líderes que continúan creciendo personalmente y producen crecimiento en sus colaboradores formarán un equipo triunfador. Mientras mejores sean los jugadores, mejor es el que les dirige. La capacidad de trabajo de un líder está determinada por su capacidad para trabajar a través de otras personas. El primer objetivo del líder es preparar a la gente, no descartarla.
Visión, los líderes efectivos tienen una visión de lo que deben lograr, esta visión es la guía y la energía que impulsará cada esfuerzo para resolver los problemas que se vayan encontrando. La visión dirige al líder a cumplir con una misión, la gente sigue al líder que tiene un sueño y la capacidad para comunicarlo en forma efectiva; lo que visualizamos en nuestra mente es lo que logramos.
Comunicación, el líder que tiene una visión debe comunicarla efectivamente, y la comunicación implica también saber escuchar, es un proceso de 2 vías, se inicia con la comunicación formal del plan de acción, pero debe continuar con el intercambio de información entre el líder del equipo y sus colaboradores.
Organización, saber planear y priorizar las actividades que se deben realizar, en el momento en que se deben realizar y dar el seguimiento adecuado para lograr el éxito en cada una de las metas del grupo a través del trabajo disciplinado.
Apertura al cambio, el líder debe aceptar y promover el cambio, una vez que ha comprendido la diferencia entre un cambio novedoso y un cambio necesario y constante, debe convertirse en su principal promotor. La estrechez mental impide la aceptación de nuevas ideas y esto es un obstáculo para la creatividad y para el crecimiento de empresas y personas.
Resolver problemas, la capacidad de reconocer un problema antes de que se convierta en una emergencia, en un liderazgo efectivo un problema rara vez se sale de control porque es reconocido y solucionado en sus etapas iniciales. Las dos cosas que se necesitan para resolver los problemas de una manera efectiva son la actitud correcta y el plan de acción correcto.
 
Es lamentable que el éxito se te suba a la cabeza, pero es todavía peor que sea el fracaso el que se te suba.
 
 

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