Todos somos líderes en algún momento de nuestras vidas, porque todos influimos en
alguien; en nuestra familia, en la escuela, en el trabajo o entre nuestros
amigos. Tal vez no todos podemos ser grandes líderes, pero todos podemos llegar a ser mejores líderes, y si de una u otra forma todos vamos a ejercer en algún
momento el rol de líder, a influir sobre alguien, debemos ocuparnos en
desarrollar las habilidades de liderazgo para hacerlo de la mejor manera.
En la vida profesional,
y en la personal, muchos sueños, planes, y programas de trabajo se vienen abajo
por la falta de liderazgo;
nuestra efectividad en la ejecución de las actividades que realizamos, en un grupo de trabajo, nunca será mayor que nuestra capacidad de dirigir e influir sobre otras personas. La capacidad de liderazgo que tengamos es la que determina nuestro nivel de éxito y también el nivel de éxito de aquellos que colaboran con nosotros; personalmente he visto como una empresa que tenía más de 70 años en el mercado desapareció por el liderazgo tan equivocado que ejercieron durante poco más de un año, el director y algunos de sus principales ejecutivos.
nuestra efectividad en la ejecución de las actividades que realizamos, en un grupo de trabajo, nunca será mayor que nuestra capacidad de dirigir e influir sobre otras personas. La capacidad de liderazgo que tengamos es la que determina nuestro nivel de éxito y también el nivel de éxito de aquellos que colaboran con nosotros; personalmente he visto como una empresa que tenía más de 70 años en el mercado desapareció por el liderazgo tan equivocado que ejercieron durante poco más de un año, el director y algunos de sus principales ejecutivos.
Si le pedimos a
varias personas que nos den una definición de lo que es liderazgo, lo más
probable es que recibamos una respuesta diferente en cada caso; dos de las más
frecuentes implican confundir el liderazgo con la posición que ocupamos; otra
será la descripción de alguna personalidad sobresaliente que conozcamos.
Cuando se considera el liderazgo solamente
como la capacidad de alcanzar una posición, los esfuerzos se enfocan en ir en la
búsqueda de un rango o título, y cuando se adquieren se piensa,
equivocadamente, que ya se es líder. Esta forma de pensar crea problemas como
los siguientes:
1. Los que poseen el estatus formal
de líder, a través de los títulos correspondientes, experimentan a menudo la
frustración de tener pocos seguidores a quien influenciar por no poseer las
habilidades para hacerlo.
2. Los que carecen de los títulos
apropiados pueden no considerarse líderes, y por esa razón no desarrollan las
habilidades necesarias para ejercer un buen liderazgo.
3. Los que quieren guiar
siempre y esto es imposible, se debe aceptar que en algunas situaciones
desempeñamos el liderazgo principal y en otras no es así, en otras somos
influidos, somos seguidores.
El liderazgo, en
cambio, tiene que ver con crear una visión y una motivación en la gente con la
que convivimos, y si lo entendemos de esta manera, el liderazgo es influencia recíproca;
esto implica que todos somos líderes o
seguidores en algún momento de nuestra vida, todos influimos o somos influidos en mayor o menor medida en las actividades
que realizamos día a día.
Para que haya un
proceso de liderazgo se requiere de un
líder, de seguidores y de una visión a lograr, de nada le servirían a un
líder las mejores habilidades, ni tampoco tener la más noble de las visiones a
la cual dirigir sus esfuerzos si no tiene un grupo de personas a quienes
influenciar para lograrla.
Pensemos un poco sobre
esta última idea, la mayoría consideramos el liderazgo como la capacidad de
alcanzar una posición; que pasaría si la cambiamos a la capacidad de
conseguir seguidores a quienes influenciar para lograr un objetivo; tal vez cambiaría
nuestra forma de ejercer el liderazgo, la enfocaríamos más a conseguir seguidores, a trabajar para convencerlos sobre el logro de un
objetivo común y a mantenerlos motivados;
es decir que trabajaríamos pensando en ellos y en nuestra visión, y no
solamente en nosotros.
Es muy importante en
cualquier empresa identificar a los líderes; a quienes tienen la capacidad para
influir sobre otras personas, y trabajar con ellos en el desarrollo de las
habilidades necesarias para motivar al grupo a lograr sus objetivos; para crear
un movimiento interno donde la motivación hacia el logro de una meta común y el
desarrollo de los integrantes sienten las bases para un proceso de crecimiento
constante en la productividad de la empresa y del grupo mismo.
El liderazgo implica responsabilidad, la responsabilidad
de prepararnos para ser mejores, la responsabilidad sobre la influencia que
tendremos en el grupo al cual dirigimos y la responsabilidad de buscar, al
mismo tiempo, lograr el objetivo que nos hemos propuesto y desarrollar a los integrantes del grupo en el cual influimos. Entre
las habilidades a desarrollar en un grupo de líderes están las siguientes:
Habilidades de un líder
Interés por la gente, un líder tiene que interesarse por la gente antes de dirigirla; la gente no se motiva por las estructuras
organizacionales, la gente responde a la gente. El que influye en otros
para que le sigan es un líder con limitaciones. El que influye en otros para
que a su vez ellos dirijan a otros es un líder sin límites; todos tenemos necesidad
de algo, reconocimiento, compañerismo, comprensión, apoyo, el deseo de
sentirnos valiosos. ¡La gente quiere sentirse
importante!, el líder que influye a otros para conseguir su beneficio
personal, está manipulando; el líder que los influye para lograr un beneficio
mutuo está motivando.
Integridad, la
forma de actuar de un líder debe coincidir con lo que comunica y con lo que
piensa; sin importar quién es o con quien está. Los líderes con integridad no
actúan con duplicidad, ni fingen, el líder vive lo que enseña.
Actitud positiva, la actitud de un líder es captada más rápidamente que sus palabras. La
actitud del líder ayuda a determinar la actitud de los seguidores; la vida es
en un 5% lo que nos sucede y en el 95% cómo reaccionamos a lo que nos sucede, la
mayoría de las veces no podemos cambiar los factores externos de lo que nos
sucede, pero si podemos cambiar la forma en que respondemos a lo que nos
sucede; tratar de ver siempre lo positivo de las cosas.
Autodisciplina, la
primera responsabilidad de un líder es su propia disciplina y desarrollo
personal; debe tener la capacidad de controlarse y guiarse a sí mismo antes de
pretender dirigir a otros; debe tener la capacidad de hacer las cosas que se tienen
que hacer cuando deben ser hechas, aunque le guste o no. Muchos líderes
fracasan más por causas internas, como lo es la falta de autodisciplina, que
por causas externas.
Desarrollo personal, los líderes que continúan creciendo personalmente y producen
crecimiento en sus colaboradores formarán un equipo triunfador. Mientras mejores
sean los jugadores, mejor es el que les dirige. La capacidad de trabajo de un
líder está determinada por su capacidad para trabajar a través de otras
personas. El primer objetivo del líder es preparar a la gente, no descartarla.
Visión, los
líderes efectivos tienen una visión de lo que deben lograr, esta visión es la guía
y la energía que impulsará cada esfuerzo para resolver los problemas que se
vayan encontrando. La visión dirige al líder a cumplir con una misión, la gente
sigue al líder que tiene un sueño y la capacidad para comunicarlo en forma
efectiva; lo que visualizamos en nuestra mente es lo que logramos.
Comunicación, el líder que tiene una visión debe comunicarla
efectivamente, y la comunicación implica también saber escuchar, es un proceso de 2 vías, se inicia con
la comunicación formal del plan de acción, pero debe continuar con el
intercambio de información entre el líder del equipo y sus colaboradores.
Organización, saber planear y priorizar las
actividades que se deben realizar, en el momento en que se deben realizar y dar
el seguimiento adecuado para lograr el éxito en cada una de las metas del grupo
a través del trabajo disciplinado.
Apertura al cambio, el líder debe aceptar y promover el cambio, una vez que ha comprendido
la diferencia entre un cambio novedoso y un cambio necesario y constante, debe
convertirse en su principal promotor. La estrechez mental impide la aceptación
de nuevas ideas y esto es un obstáculo para la creatividad y para el
crecimiento de empresas y personas.
Resolver problemas, la capacidad de reconocer un problema antes de que se convierta en una
emergencia, en un liderazgo efectivo un problema rara vez se sale de control porque
es reconocido y solucionado en sus etapas iniciales. Las dos cosas que se
necesitan para resolver los problemas de una manera efectiva son la actitud
correcta y el plan de acción correcto.
Es lamentable que
el éxito se te suba a la cabeza, pero es todavía peor que sea el fracaso el que se te
suba.
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